BIENVENIDA

¡Hola a tod@s!

Os doy la bienvenida a mi blog.

Este blog nace con la intención de ser no solamente un lugar donde incluir mis opiniones, comentarios, sugerencias, vivencias, informaciones interesantes, divertimentos, etc., sino también un espacio común donde poder comunicarnos.

Aceptaré todo tipos de críticas, aunque prefiero las constructivas, que me ayudarán a mejorar.

Espero que os guste.

Carpe diem.


martes, 11 de diciembre de 2007

¡¡¡Sooooocooooorrooooo!!! Llega la Navidad


Pues sí amigos, se acerca la Navidad, con todo lo “maravilloso” que eso significa. Si no estáis de acuerdo conmigo, os invito a que reflexionemos juntos y después podemos entablar un diálogo (o una discusión) sobre este tema.

Personalmente debo confesar que no me gusta mucho la Navidad. Bueno, creo que no me gusta nada. ¿Por qué? Tengo mis motivos y os lo expondré a continuación. Si tenéis paciencia para llegar hasta el final del escrito, quizás me déis la razón o quizás lleguéis a la conclusión de que, efectivamente, mi espíritu navideño es más bien escaso.

Creo que lo que peor sobrellevo es la “obligación” durante unas semanas de ser bueno y que los sentimientos humanos más solidarios afloren. Yo creo que esto debería ser siempre y no cuando nos acercamos al 25 de diciembre. La obligación de todos debería ser “haz el bien y no mires a quien”. Yo añadiría “en cualquier momento” (y no sólo en Navidad).

Otra cosa que me agobia mucho es la profusión desmesurada de anuncio sobre juguetes. Nos bombardean con spots del muñeco cagón, del muñeco meón, del muñeco que ríe, del muñeco que gatea, del muñeco que caga y ríe a la vez (¿existe?)... ¿Qué es lo que está pasando en la actualidad? ¿Un muñeco no tiene gracia si no tiene facultades que rozan lo escatológico?

Aunque lo que peor llevo es lo que os explico a continuación. Lugar: grandes almacenes de una ciudad importante. Día: cualquier sábado o festivo cercano al día de Navidad.

A muchas personas seguro que les encanta pasearse en estas circunstancias por unos grandes almacenes para mirar y remirar todo tipo de objetos. Yo no.

No puedo soportar los villancicos que escupen los altavoces a un volumen molesto para mis delicados tímpanos. A veces me cuesta días desembarazarme de ese zumbido que retumba por mi cerebro falto de neuronas.

No entiendo cómo hay algunos que disponen de unas manos con un agarre fuera de lo normal para llevar muchas bolsas y de tamaños importantes que te van dando sin ni siquiera disculparse. Una vez me dieron un golpe certero en el occipucio que casi me desmayo. Yo creo que el tío aquel tenía un revés más potente que Roger Federer.

En otra ocasión estaba inmerso en la búsqueda de algún producto que no recuerdo y fui embestido por una señora que con su carrito me dio un topetazo tal en el zancajo que por poco me tienen que cortar el pie como a Kunta Kinte (alias “Tobi”).

Y si empezamos a hablar de comer o cenar puede ser el acabose. Un descontrol de comida, bebida y sustancias estimulantes (café, licores, orujos, pacharanes, coñacs, whiskys, vermuts…). Vamos que después de estos días, tienes que llevar a cabo la dieta de la alcachofa, del pomelo y de cualquier otra verdura o fruta que se te ocurra.

Una vez estuve cenando en un restaurante y parecía que casi todos los presentes tenían una tendencia alcohólica más que acusada. Y claro, en tal situación, ¿qué pasa? Pues que los camareros se “contagian” del ambiente lúdico-festivo, con la consecuencia caída al suelo de todo tipo de comida y bebida.

Pues a lo que iba. Me dirigía al lavabo para aliviar la acumulación de líquidos y pisé en una zona donde se acumulaban restos de comida pringosa, salsas varias y bebida. Intenté escapar: mis pies se movían a gran velocidad pero quedaba atrapado como en el triángulo de las Bermudas. Parecía una escena de dibujos animados, puesto que mis piernas se movían y se movían pero yo no escapaba de aquel peligroso lugar. Finalmente pude alargar mi pierna hasta un sitio donde pude coger tracción y cogí tanta velocidad en un instante que casi me como el ficus que se encontraba al lado de la puerta de entrada del restaurante.

Después para llegar al lavabo tuve que sortear tantos obstáculos que era más difícil que superar la pista americana de los marines: niños, abuelas, suegras, cuñados, mesas amontonadas, sillas sin dueño, barriles de cerveza, árbol de Navidad, muñecos de Papá Noel, cables con bombillitas y más bombillitas…

Entro en el lavabo y allí parecía que estaban preparando la inauguración de un nuevo pantano. A duras penas sobrevivo a la situación (casi necesito un snorkel) y finalmente me lavo las manos. A continuación coloco mis manos estratégicamente debajo del aparato para secarme. Empiezo a mover las manos de un lado a otro, acercándolas y alejándolas, formando círculos… Seguro que está estropeado o desenchufado… Pues no, debido a mi falta de agudeza visual y/o atención, me doy cuenta de que había puesto las manos debajo de un aparato del que cuelga papel pero que estaba vacío. ¿Me estaré volviendo tonto…? ¿Estaré protagonizando una especie de “Pesadilla antes de Navidad”?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jajajajaja,
Que bueno Javier. Que risa: Muy bien. Felicidades. Insisto. Dedícate a guinista del Club de la Comedia que prometes. No tengo palabras para describir la risa que me ha entrado leyendo cosas como "golpe en el occipucio" "snorkel para entrar en el lavabo" el bailoteo en el suelo pringoso... Por Dios, que rato más bueno.
Estás gracias. Sigue explotando esa vena que se te da bien.
100 x 100 de acuerdo contigo en el tema Navidad. Y en el tema que hay que ser bueno todo el año, leches.
Felicidades.
MR

ericbeat dijo...

Hola MR:

La verdad es que cuando escribo muchas veces la tendencia es hacer cosas con toques de humor, supongo que debido a la manera que tengo de "caminar por la vida", parafraseando el título de mi blog.

Alguna vez he comentado que me sirve como terapia y quizás alguien disfrute con estos textos. Pues si eso ocurre, pues genial.

Te agradezco infinito los buenos comentarios que siempre me haces. No sé si merezco tantos elogios. Supongo que te gusta porque tenemos un sentido del humor bastante parecido.

Muchísimas gracias por tus paseos por este humilde blog. Es un honor tener una visitante tan fiel y agradecida.