- ¿Cómo fue el marco? Incomparable
- ¿Cómo fue la compañía? Insuperable
- ¿Cómo fue el ambiente? Inmejorable
- ¿Cómo fue la velada? Inolvidable
No pretendo ser pesado o causar en nadie una subida de azúcar por lo que podría calificarse de escrito dulzón tirando casi a empalagoso. Pero así lo siento y así lo escribo. ¿Podréis perdonarme?
Considero que el ambiente creado en el grupo es magnífico por todos los componentes y por el liderazgo o dirección que nos marca el profesor. Y ya que se citó anoche la película, podríamos recordar una de las frases más famosas de El club de los poetas muertos: “Oh, capitán, mi capitán”. Creo que encaja bastante bien en la situación.
Me gustaría hacer especial mención a la anfitriona por ofrecernos y regalarnos su generosidad en el antes citado “marco incomparable” por ser un lugar lleno de belleza, comodidad y ambiente especial, porque tiempo atrás seguro que fue una bodega estupenda y centro de tertulias y charlas interesantes.
Creo que la cena podría calificarse, sin miedo a quedarnos cortos, de “festín pantagruélico” debido a la gran cantidad, variedad y calidad de los manjares y viandas. Hice un esfuerzo sobrehumano para intentar dejar limpio (mejor dicho, libre y desocupado) mi plato, y no colocar más elementos alimentarios. Intenté no sucumbir a la irresistible tentación culinaria puesto que dispongo de una complexión física… digamos que “recia”, pero no podía resistirme a probar todo aquello elaborado con tanto cariño y maestría.
También hay que destacar lo divertido que fue todo por tantos y tantos comentarios ingeniosos y llenos de buen humor. Entono el mea culpa por si traspasé el límite del buen gusto o la prudencia e intentaré arreglar mi comportamiento, pero primero tendré que descubrir el motivo de mis desvaríos porque se me antoja harto difícil: ¿Tengo que dejar de tomar la medicación o realmente tengo que tomarla? Lo siento, no me acuerdo. ¿Me equivoqué de medicación y me tomé la de un familiar? Aquellas pastillas de color extraño y que parecían tener movimiento propio, ¿estaban caducadas? ¿Podré fiarme de las pastillas cuyo origen es el maletero de un coche? Perdón, ya me callo, que vuelvo a las andadas.
En definitiva pienso que lo mejor de todo es que se ha creado un vínculo especial y que seguiremos viéndonos y disfrutando de la lectura, de la escritura y de todos aquellos elementos que nos unen.
Gracias por vuestra compañía y cariño.
Un compañero muy, muy agradecido.
4 comentarios:
Hombreeeee,
¡Que momentazo para escribir esta dedicatoria a tus compañeros de los martes!
Que bien ha quedado. Y que ganas de leer algo así o ¿cómo decir? que ganas de que no se acabase la reunión de ayer. Hoy he venido a trabajar pero voy al ralentí, por la falta de sueño, ¡pero valió tanto la pena! Elena me pidió acta de esta segunda cena pero la / los voy a remitir a tu blog en donde ya está escrita.
Del "Capitán, mi capitán" te avanzo que llegó sano y salvo y flotando por el rato magnífico que pasó. Le he preguntado y ha tenido a bien contestarme.
La otra gran noticia de ayer, a pesar de recibirla en el tostadero aquél, fue que el curso sigue. ¿Estás contento? Yo mucho. Aunque me temo que se nos apean algunos compañeros... pero bueno, si no al curso, que se apunten a las cenas.
Ayer estuviste divertidísimo. Muy bien. El chico Indaleci también.
Me reí con vosotros hasta darme la vuelta.
La comida una delicia anque dolorosamente excesiva, eso sí.
Es un detalle digno de ti que le hagas un agradecimiento especial a Carmen. Si me acuerdo esta tarde, en casa, le mandaré un SMS.
Bueno Javier, hasta la próxima!
MR
Hola de nuevo:
Pues la verdad es que hoy me apetecía explicar un poco lo que sentía y lo mucho muchísimo que disfruté ayer.
Es una gran noticia que el curso continúe y que bastante de los presentes ayer en la cena seremos "reincidentes".
Muchísimos saludos para ti y para el resto de integrantes del colectivo literario de los martes.
Yo no sé si te tomaste o no la medicación pero por favor, no cambies de proveedor porque alucinas tú y alucinamos todos. Para mi también resultó una noche maravillosa. Gracias a todos y todas vuelvo a disfrutar del placer de la literatura y a confiar en la gente. Saber que existís es motivo suficiente para creer.
Hola Fania:
Me alegro de que pasees por mi humilde blog.
La verdad es que la velada del martes fue estupenda y espera que podamos ir repitiéndola de vez en cuando.
Da gusto disfrutar del talento, buen humor y conocimientos de todos los compañeros y capitaneados por el profe.
Muchas gracias por tu visita.
Publicar un comentario