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Carpe diem.


domingo, 13 de julio de 2008

El bolso femenino (visión masculina)


El bolso femenino, uno de los mayores misterios de la humanidad

Quizás el título de este artículo puede parecer un poco exagerado, pero desde mi humilde punto de vista creo que podría estar en lugar destacado de los mamotretos que podríamos consultar sobre los grandes misterios históricos y/o arqueológicos de nuestro planeta. Así, a bote pronto se me ocurren otros que pueden estar al mismo nivel: el significado del monolito de la película 2001 Odisea del espacio, si existió realmente la Atlántida, si primero fue el huevo o la gallina, si España pasará de cuartos en algún Mundial o Eurocopa de fútbol (bueno ahora tendría que eliminar esta opción porque el “gazpacho mecánico” ha triunfado) o qué bebida contenía la taza de Pepe Navarro cuando presentaba Esta noche cruzamos el Mississippi.

Después de esta breve introducción digna de cualquier sesudo y complejo estudio de una universidad estadounidense y/o británica de prestigio, pienso que debería centrarme en el intríngulis propiamente dicho, que podría resumirse en la siguiente pregunta: ¿La capacidad del bolso de una mujer es infinita? Me sorprendo tocándome el mentón (señal de que mis neuronas intentan conectarse para producir una idea) y me surge otra cuestión al respecto: ¿Existe algún protocolo oficial y consensuado internacionalmente sobre qué debe llevar un bolso obligatoriamente? Vamos, lo que sería unas normas estándar, como unas ISO para el contenido del continente al que nos referimos.

Sí, sí, ya sé, muchos y muchas pensarán que soy un exagerado y que empiezo a divagar, pero es que yo he visto sacar de la chistera, perdón, del bolso, casi cualquier cosa. Intentaré hacer memoria sobre esto. La cosa se complica por momentos, pero intentaré hacer una lista lo más completa posible:

  • Llaves varias con un llavero que podría ser la sandalia artesana de Menorca, por ejemplo.
  • El resguardo de una tintorería (relativo a varias prendas masculinas de un ex novio y que nunca se recogieron porque el tonto aquel no se fijó en el vestido nuevo ni tampoco en el nuevo peinado en un día muy especial, ¿un aniversario, quizás?).
  • Elementos de higiene personal (hasta aquí puedo leer, como decía Mayra Gómez Kemp, sí, sí, la del “Un, dos, tres” que no era ni la Ruperta ni las tacañonas).
  • Kit “tengo casi 30 años y me tengo que quitar años de encima como sea”: con todo tipo de potingues de precios caros y que siempre en el título ponen algo de nutritiva, reafirmante, reconstituyente, antiarrugas, liposomas, avena y no sé qué más.
  • Una rebequita porque nunca se sabe cuánto frío puede hacer cuando el sol se esconde (ui, la última parte suena como el título de una canción de los años 80, ¡qué cursi me ha quedado!).
  • Kit “me pongo guapa en 5 minutos”: peine, cepillo, goma del pelo o pinza para el mismo cometido, pulserita y pendientes a juego, maquillaje, perfume, gafas de sol, barra de labios (normal, con brillo, water proof...), eye liner, rímel, tapaojeras, colorete, pinza para pestañas, etc.
  • El último libro que se está leyendo (o el penúltimo que leíste, porque a lo mejor el último está en la mesita de noche).
  • Monedero (algunos de formas bien extrañas para ser un simple receptáculo para la calderilla).
  • Tiritas de papel de la última visita a la perfumería.
  • Pañuelo de cuello (foulard para los finos).
  • Pañuelos de papel (si son mentolados, son la repera).
  • Móvil (¿con batería de respuesto y/o cargador para el cenicero del coche?).
  • Chancletas, sandalias o zapatos de repuesto (un par a elegir, no los tres).
  • Agenda (con anillas o no) y lápiz o bolígrafo incorporado (¿regalo de alguna convención o conferencia?).
  • Etc.

Seguro que hay más elementos o adminículos que podrían aparecer en la lista pero creo que ya está bien, que no es plan de hacer una lista más larga que los títulos de crédito de El señor de los anillos.

Aparte de todo esto, creo que la peor frase cuando una chica está rebuscando en su bolso algún objeto en particular es: “He cambiado de bolso y me lo he dejado en el que utilicé ayer”. Ante este grave problema yo propongo lo siguiente: meter todas las cosas importantes y/o imprescindibles en otro bolso más pequeño (también llamado “neceser“ para los hombres) y éste introducirlo en el gran bolso, aquel que debe combinar cromáticamente con el jersey, los zapatos, el vestido, la diadema, los pendientes, la blusa, el foulard, la chaqueta, etc. De esta manera siempre llevas “dentro” lo necesario y por “fuera” combina con lo que te interesa.

Después de haber aportado una solución casi “mágica”a este gran problema cotidiano y de índole universal, me retiro a mis aposentos no sin antes amenazar con volver en cualquier momento y para cualquier otro tema.

Hasta pronto.

NOTA: Para poder leer la visión femenina sobre el bolso femenino, tan sólo debes hacer clic aquí.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jejejeje,
¿Por qué no te vendes a la tele como guionista de series de risa o similar?

Bueno, bueno. A ver si las mujeres que te leen tienen algo que decirte del tema. Yo, que arrastro más que bolso maleta de fin de semana, te diré que no incluyo lo que tu propones entre interrogantes: cargador de móvil. Y por la gloria de mi madre te aseguro que más de una vez lo he necesitado. Osea, que para más inri, siempre nos falta algo a pesar de que podríamos improvisar una parada completa en un mercadillo con el contenido. !Dios benditoooo!!
MR

ericbeat dijo...

Hola MR:

Gracias por tu comentario. ¡Cuánta generosidad!

Intento redactar cosas divertidas porque van con mi carácter y porque bastantes problemas y desgracias hay por el mundo como para no intentar despejarse un poco y aunque sea esbozar un tímida sonrisa unos minutitos al día.

Lo del bolso femenino no es una crítica a las mujeres ni mucho menos, porque un servidor cuando va a algún sitio o a alguna excursión lleva muchísimas más cosas que las que necesito. Soy un poco exagerado en este sentido.

Además, dentro de poco supongo que buscaré algún elemento típicamente masculino para comentar y darle la vuelta.

Muchas gracias por tu visita.

Elena dijo...

hola, hola hola.
Yo me alegro de que se reconozca el merito y el problema que supone conseguir llevar el bolso soñado, el tuyo el que necesitas, el que deseas, el que te saca de tantos apuros que tubieron que ser clara inspiracion (como comentamos durante algun cafe)en la creacion de Mary Poppins y Sport-Billi (siiiii ya paso de los 30 pero si no fuera por ehacer estas referencias nadie lo diria).
En fin, todabia tengo clavado en el estómago el robo de mi maravilloso bolso rojo acharolado que hacia juego con mis sandalias de piel trenzada, tan plano, tan ni pequeño ni grande y tan lleno de todo con lo qeu podria sobrevivir en cualquier parte civilizada del planeta.....si me dan a elegir me hubiera quedado con mi pequeñin a cambio de unos traumatismos( que no fueran craneo encefalicos eso si, que no podria leer mas el blog)
Por último, mencion al nombre técnico que le da a tu solucion << bolsito dentro del bolso>>, nuestro compañero Raul tras verlo aplicado al mundo real...cha channnn el META-BOLSO (buscar en la wkikipedia METADATOS para los profanos al tema infomático)

Besos.

Elena VS

ericbeat dijo...

Hola Elena:

Qué bueno que puedas dar una vuelta virtual por mi blog. Se agradece, sinceramente.

Espero que te lo hayas pasado bien con la doble visión del tan importante bolso femenino.

Por lo que se intuye en tus comentarios también podrías dedicarte al artículo cachondo-irónico-divertido en el que yo intento moverme, aunque a veces con menos acierto del que me gustaría.

Espero "verte" prontito por aquí.

Muchos besotes para ti.