
Aunque estemos en plena canícula y esto provoque en nosotros pocas ganas de pensar y reflexionar, he considerado que sería bueno incluir unos fragmentos de una entrevista realizada por Víctor-M. Amela a
Michel Camdessus, economista y ex presidente del
Fondo Monetario Internacional. Se publicó en La Vanguardia el 14 de febrero de este año y quizás nos ayude a saber algo más de la crisis económica y de las perspectivas de futuro.
- Sabe cuándo acabará la crisis?
En Francia, a partir del cuarto trimestre de este año. En España, del cuarto del 2010.
Son pronósticos del FMI, basados en los indicadores que maneja.
- ¿Y por qué nos va a costar a los españoles más que a los franceses?
La excesiva dependencia del ladrillo de la economía española la hace más vulnerable.
¡Diversifiquen su economía productiva!
- Hace un año sostenía que la economía española resistiría mejor que otras...
Si dije eso, me equivoqué; pero dudo mucho que lo dijese, pues era notoria la dependencia
española del sector inmobiliario...
- ¿Hacia dónde sugiere diversificarnos?
Si España hubiese aprovechado su auge económico para invertir en innovación, investigación y
economía del conocimiento…, estaría ahora mejor encarada para remontar la crisis. ¡Háganlo, para mejorar su futuro!
- ¿De quién es la culpa de esta crisis?
De todos. ¡Todos hemos buscado maximizar beneficios a corto plazo!
- Habrá algunos más culpables que yo...
Bancos centrales, gobiernos, instituciones financieras... Pero también usted perseguía
maximizar sus beneficios, ¿verdad?
- Sí. ¿Acaso no consiste el capitalismo en buscar el máximo beneficio individual?
No. Si vuelve la vista a los fundadores del libremercado, como Adam Smith, verá lo que dicen: la libre iniciativa y el libre comercio tienen como fin... ¡el bien común! ¡Y eso es lo que hemos olvidado! La crisis actual es hija de este olvido suicida.
- ¿En qué momento olvidamos el límite?
En los años 90 se creó el mercado financiero mundial y desde el FMI propuse reglas, un control; pero los gobiernos nos negaron esa potestad. Y se impusieron los pícaros.
Imagine una aldea: la gestiona un consejo de ancianos; la guardia civil detiene al que incumple; el cura y el maestro instruyen en principios éticos... ¿Qué pasará si el consejo se desocupa, la guardia civil se inhibe y el cura y el maestro se pelean? ¡Que se impondrán los pícaros! Y la picaresca será ley.
- ¿Y eso es lo que ha pasado?
Sí. Mi frustración al frente del FMI fue no lograr convencer a los gobiernos de que convenía
regular. Ellos prefirieron desregular. No se me hizo caso... ¡y aquí estamos!
- ¿Para qué debería estar el FMI?
Para hacer de guardia civil del sistema financiero, para que los ricos no abusen y provoquen
que los pobres sean más pobres.
- ¿Qué propone para el futuro?
Tres patas a la vez: regulación, vigilancia y ética. ¡Lo propongo desde hace diez años!
Todo lo que haga falta para garantizar transparencia: los paraísos fiscales, los fondos especulativos y las agencias de notación.
- Y el FMI, vigilando que se cumpla.
Exacto, y para eso necesita autoridad: que sus dirigentes sean democráticamente elegidos y con poder real para vigilar toda la esfera financiera, no sólo la monetaria.
- Nos queda la tercera pata: la ética.
La que propuso Adam Smith: que los actores del mercado libre contengan su codicia para preocuparse de sus convecinos.
- Yo no confiaría mucho en el autocontrol en lo que a la codicia respecta...
De acuerdo, ¡pero ojalá esta crisis nos ayude a cambiar! ¿No hemos aprendido que si no nos moderamos, nos perjudicamos? No hay mal que por bien no venga: tengo esa esperanza. Porque si fallan las reglas, la vigilancia o la ética..., se nos hunde el sistema.
Conozco bien a sus asesores, gente capaz y de calidad: está bien orientado. Ojalá insufle confianza sin endeudarse, y ojalá sortee cualquier tentación proteccionista...
- ¿Hay que apoyar a los bancos?
Si los bancos se hunden, se hunde tu economía: hay que respaldarlos para que funcionen..., pero merecerán ser criticados si su objetivo último es el máximo beneficio en vez de la responsabilidad ante sus accionistas, empleados, impositores y toda la sociedad del país en que operan.
- Llegado el caso, ¿los nacionalizamos?
Esa es una opción política y yo no hablo de política.
- ¿Qué consejo daría a sus nietos?
Estudia, viaja, esfuérzate. Haz lo que te atraiga, y confía en ti y en los demás. Y sé honrado.